Para comprender
mejor las implicaciones que representan estas dificultades de salud y cómo
prevenirlas, debemos darle una mirada al funcionamiento de la columna vertebral
que es precisamente el sitio del cual parten las lesiones lumbares y discales.
La columna
vertebral está conformada por 33 huesos o vértebras
Entre
vértebra y vértebra, existen unos tejidos fibrosos llamados discos
intervertebrales, que entre otras funciones, se encargan de amortiguar los
movimientos y las cargas a los que está expuesta la columna durante el día a
día.
Para
entender mejor el efecto de los discos intervertebrales, imagínalos como un
cojín de los que se utilizan para sentarse en las tribunas de los estadios y
que están hechos para brindar mayor comodidad.
Las
dificultades aparecen con el mal uso
Piensa los
efectos que tendría el mismo cojín si además de ti, se suben sobre él, al mismo
tiempo y de manera frecuente, dos o tres personas más; o si lo doblas para
quedar más alto.
Tarde o temprano,
el cojín perderá su amortiguación y deberás cambiarlo. Lo mismo sucede si en tu
vida laboral o personal, usas inadecuadamente tu espalda.
- Levantas cargas frecuentes sin utilización de ayudas mecánicas o apoyo de otras personas.
- Transportas cargas por encima de los pesos que se consideran saludables.
- Permaneces por largos períodos en posiciones incómodas o poco ergonómicas.
- Realizas movimientos bruscos o poco adecuados para tu columna.
- Trabajas durante largos períodos sin descanso, sin pausas activas o en la misma posición.
- Ganas sobrepeso corporal.
Con el paso del
tiempo, tu columna vertebral se irá deteriorando y, a diferencia del cojín,
esta no se puede reemplazar, por lo que posiblemente, traerá otras
complicaciones mayores para ti como lo son:
- Lumbalgias aisladas o crónicas (dolor en la parte baja de la espalda).
- Lesiones y hernias lumbares.
- Daños y hernias discales.
Uno de los
síntomas comunes que alertan sobre la posible presencia de una enfermedad
lumbar, es la aparición de dolor en la parte baja de la espalada en uno o en
ambos lados, el cual puede sentirse hasta en la región glútea o, incluso, hasta
la parte superior o posterior de los músculos.
Estas molestias
de salud pueden evolucionar desde la tolerancia del dolor, hasta la incapacidad
para trabajar.
Analista de Medicina Laboral ARL SURA
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