¡Cuidémonos las ESPALDAS!


De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud y con la tabla de enfermedades laborales del país, las lesiones lumbares y discales, dependiendo de las condiciones de cada persona, podrían tener su origen en ambientes o actividades laborales.

Para comprender mejor las implicaciones que representan estas dificultades de salud y cómo prevenirlas, debemos darle una mirada al funcionamiento de la columna vertebral que es precisamente el sitio del cual parten las lesiones lumbares y discales.

La columna vertebral está conformada por 33 huesos o vértebras

Entre vértebra y vértebra, existen unos tejidos fibrosos llamados discos intervertebrales, que entre otras funciones, se encargan de amortiguar los movimientos y las cargas a los que está expuesta la columna durante el día a día.

 Para entender mejor el efecto de los discos intervertebrales, imagínalos como un cojín de los que se utilizan para sentarse en las tribunas de los estadios y que están hechos para brindar mayor comodidad.

Las dificultades aparecen con el mal uso

Piensa los efectos que tendría el mismo cojín si además de ti, se suben sobre él, al mismo tiempo y de manera frecuente, dos o tres personas más; o si lo doblas para quedar más alto.

Tarde o temprano, el cojín perderá su amortiguación y deberás cambiarlo. Lo mismo sucede si en tu vida laboral o personal, usas inadecuadamente tu espalda.


Tu espalda se ve afectada cuando:

  •  Levantas cargas frecuentes sin utilización de ayudas mecánicas o apoyo de otras   personas.
  •  Transportas cargas por encima de los pesos que se consideran saludables.
  •  Permaneces por largos períodos en posiciones incómodas o poco ergonómicas.
  •  Realizas movimientos bruscos o poco adecuados para tu columna.
  •  Trabajas durante largos períodos sin descanso, sin pausas activas o en la misma   posición.
  •  Ganas sobrepeso corporal.

Con el paso del tiempo, tu columna vertebral se irá deteriorando y, a diferencia del cojín, esta no se puede reemplazar, por lo que posiblemente, traerá otras complicaciones mayores para ti como lo son:

  • Lumbalgias aisladas o crónicas (dolor en la parte baja de la espalda).
  • Lesiones y hernias lumbares.
  • Daños y hernias discales.

Uno de los síntomas comunes que alertan sobre la posible presencia de una enfermedad lumbar, es la aparición de dolor en la parte baja de la espalada en uno o en ambos lados, el cual puede sentirse hasta en la región glútea o, incluso, hasta la parte superior o posterior de los músculos.

Estas molestias de salud pueden evolucionar desde la tolerancia del dolor, hasta la incapacidad para trabajar.

 

Artículo desarrollado con el apoyo de Carlos Mario Carvajal
Analista de Medicina Laboral ARL SURA

 


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